Río de Janeiro, 11 de noviembre de 2025. — La gigante energética ExxonMobil reiteró esta semana su compromiso con el desarrollo del sector petrolero global, destacando su visión de largo plazo sobre el rol del crudo en la economía mundial. Sin embargo, la compañía también subrayó que su estrategia futura se enfocará en un uso más inteligente y diversificado de los recursos fósiles, con énfasis en eficiencia, reducción de emisiones y aprovechamiento tecnológico.
La declaración cobra especial relevancia para Brasil, uno de los principales países donde ExxonMobil ha intensificado sus operaciones de exploración offshore durante la última década. En un escenario global de transición energética y creciente presión ambiental, la empresa reafirmó que el petróleo “seguirá siendo parte esencial del mix energético global durante las próximas décadas”, aunque con un rol cada vez más orientado hacia aplicaciones industriales, petroquímicas y de soporte tecnológico, más que como fuente primaria de combustibles tradicionales.
Fecha:Tuesday 11 Nov de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
En el contexto sudamericano, Brasil ocupa un lugar privilegiado dentro de los planes de inversión de ExxonMobil. Desde su retorno al país en 2017, la empresa ha adquirido participación en más de una docena de bloques exploratorios en las cuencas de Santos y Campos, junto con Petrobras y otras multinacionales.
Según fuentes del sector, ExxonMobil mantiene en evaluación proyectos de exploración en aguas ultraprofundas, con potencial para convertir a Brasil en uno de los pilares de su portafolio global de producción hacia 2030. Este interés se debe tanto al elevado potencial geológico de las cuencas brasileñas como a la estabilidad regulatoria del país, que continúa atrayendo inversiones a pesar de los debates ambientales.
Durante su última presentación corporativa, la empresa destacó su compromiso con la descarbonización progresiva de sus operaciones. ExxonMobil planea destinar miles de millones de dólares en los próximos años a tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCS), biocombustibles avanzados y producción de hidrógeno bajo en emisiones.
En declaraciones recogidas por medios brasileños, representantes de la compañía indicaron que el objetivo no es “abandonar el petróleo”, sino transformar la manera en que se produce y utiliza. En este sentido, Brasil representa un laboratorio ideal: combina grandes reservas de petróleo en aguas profundas con políticas que fomentan la innovación energética y la producción de combustibles de menor impacto ambiental.
El anuncio de ExxonMobil llega en un momento de importantes definiciones para el sector petrolero brasileño. Petrobras, la estatal brasileña, atraviesa un proceso de revisión de su plan estratégico 2025-2029, que podría incluir ajustes en su política de asociación con empresas extranjeras. La sinergia entre compañías globales como ExxonMobil y actores locales es considerada clave para sostener la competitividad del país frente a nuevos desafíos, como la transición energética y la volatilidad de precios internacionales.
Analistas del mercado energético destacan que, aunque el mundo avanza hacia fuentes renovables, la demanda de petróleo para la petroquímica, plásticos, fertilizantes y materiales industriales seguirá creciendo en las próximas décadas. ExxonMobil busca posicionarse en ese nicho, aprovechando su capacidad tecnológica y su red global de infraestructura.
La reafirmación de ExxonMobil sobre el papel del petróleo de largo plazo —con un enfoque más sostenible y tecnológico— refuerza el mensaje de que la transición energética no implicará el fin inmediato de los hidrocarburos, sino una evolución hacia modelos más eficientes y responsables.
Para Brasil, este compromiso representa una oportunidad estratégica: consolidar su posición como potencia petrolera del Atlántico Sur, atraer nuevas inversiones internacionales y avanzar en la integración de su industria energética con las demandas de sostenibilidad global.