Venezuela aumentó sus exportaciones petroleras en agosto un 27%, alcanzando 966.485 barriles diarios, gracias a licencias que permiten ventas limitadas a EE.UU. El 85% del crudo se destinó a China y más del 6% a refinerías estadounidenses como Valero y Phillips 66. PDVSA reactivó terminales clave y acuerdos con socios internacionales, mejorando la logística. El repunte podría generar USD 1.500 millones adicionales en ingresos trimestrales. La reapertura parcial hacia EE.UU. sugiere una flexibilización geopolítica. Pese al avance, persisten desafíos estructurales como la falta de inversión y las sanciones internacionales.
Fecha:Monday 15 Sep de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
Venezuela registró un repunte significativo en sus exportaciones petroleras durante el mes de agosto, alcanzando un volumen de 966.485 barriles diarios, lo que representa un incremento del 27% respecto al mes anterior. Este avance responde, en gran parte, a la reapertura parcial de suministros hacia Estados Unidos, autorizada bajo licencias específicas que permiten transacciones limitadas con empresas como Chevron.
El dato marca un punto de inflexión en la dinámica comercial del país, que ha enfrentado años de restricciones internacionales y caída en la producción. Según fuentes del sector, el 85% del crudo venezolano exportado tuvo como destino China, consolidando al gigante asiático como principal socio energético. Por otro lado, más del 6% fue enviado a refinerías estadounidenses, lo que representa una reactivación estratégica en el vínculo comercial con Norteamérica.
La estatal PDVSA ha intensificado sus esfuerzos para recuperar capacidad operativa en terminales clave como José y Cardón, lo que ha permitido agilizar la carga de buques y mejorar la trazabilidad de los embarques. Además, se han reactivado acuerdos de suministro con empresas mixtas y socios internacionales, lo que ha contribuido a estabilizar los volúmenes de exportación.
Expertos del sector energético señalan que esta recuperación no solo responde a mejoras logísticas, sino también a una mayor demanda internacional de crudo pesado, especialmente en Asia, donde las refinerías están adaptadas para procesar petróleo con alto contenido de azufre como el venezolano.
El aumento en las exportaciones representa un alivio para las finanzas públicas venezolanas, que dependen en gran medida de los ingresos petroleros. Se estima que este repunte podría traducirse en más de USD 1.500 millones adicionales en ingresos durante el trimestre, lo que permitiría al gobierno fortalecer programas sociales y cubrir compromisos internacionales.
Desde el punto de vista geopolítico, la reapertura parcial hacia Estados Unidos ha sido interpretada como un gesto de flexibilización en las relaciones bilaterales, aunque aún bajo estrictas condiciones. Las refinerías estadounidenses, como Valero Energy y Phillips 66, han retomado compras limitadas de crudo venezolano a través de intermediarios autorizados, lo que podría abrir la puerta a futuras negociaciones más amplias.
A pesar del avance, Venezuela enfrenta desafíos estructurales en su industria petrolera, como la necesidad de inversiones en infraestructura, modernización de refinerías y recuperación de pozos inactivos. La falta de acceso pleno a financiamiento internacional y la persistencia de sanciones limitan el ritmo de expansión.
Sin embargo, el crecimiento sostenido de las exportaciones y la diversificación de destinos comerciales ofrecen señales alentadoras para el sector. Analistas prevén que, si se mantiene el ritmo actual y se consolidan nuevos acuerdos, Venezuela podría superar el umbral del millón de barriles diarios exportados antes de finalizar el año.