La Paz, 29 de septiembre de 2025.— El Gobierno de Bolivia, a través de sus autoridades energéticas, presentó oficialmente una hoja de ruta y un plan de género en el marco de la estrategia nacional para cumplir los Compromisos Nacionalmente Determinados (NDC 3.0), alineados con los acuerdos climáticos internacionales. Esta iniciativa busca no solo acelerar la transición hacia energías limpias, sino también garantizar que las mujeres y comunidades vulnerables tengan un papel protagónico en el desarrollo del sector energético.
Fecha:Tuesday 30 Sep de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
El plan establece lineamientos claros para integrar la igualdad de género en los proyectos de generación, distribución y acceso a la energía. Según el documento presentado, se priorizarán políticas de inclusión laboral, participación en la toma de decisiones y programas de capacitación técnica para mujeres en áreas como energías renovables, eficiencia energética y gestión comunitaria de recursos.
La transición hacia fuentes renovables —solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa— es uno de los pilares de la estrategia boliviana. Sin embargo, el gobierno destacó que este proceso debe realizarse bajo un enfoque socialmente justo e inclusivo, donde se reconozca la importancia de cerrar las brechas de género que históricamente han limitado la participación femenina en el sector energético.
“La energía no es solo un recurso económico, también es una herramienta de equidad social”, señaló una representante del Ministerio de Hidrocarburos y Energías durante la presentación. El plan subraya que empoderar a las mujeres en este ámbito contribuirá a fortalecer la resiliencia comunitaria, mejorar la gestión de proyectos locales y diversificar la innovación en tecnologías limpias.
Bolivia reafirmó con este lanzamiento su compromiso con la lucha contra el cambio climático, en concordancia con el Acuerdo de París. El NDC 3.0 del país contempla reducir progresivamente las emisiones de gases de efecto invernadero y ampliar la matriz energética renovable para 2030. El plan de género se convierte así en un instrumento transversal para asegurar que la transición no deje a nadie atrás.
De acuerdo con las proyecciones, la hoja de ruta no solo permitirá fortalecer la sostenibilidad ambiental, sino que también abrirá oportunidades de empleo digno para miles de mujeres en zonas urbanas y rurales. Asimismo, se espera que mejore la participación comunitaria en proyectos de electrificación rural, donde la falta de acceso a energía limpia afecta de manera desproporcionada a mujeres y niños.
Con esta medida, Bolivia se posiciona en la región como uno de los primeros países en vincular de manera explícita la transición energética con la equidad de género, demostrando que el desarrollo sostenible requiere tanto innovación tecnológica como justicia social.