El transporte marítimo de Gas Natural Licuado (GNL) constituye uno de los pilares fundamentales de la cadena de suministro energética mundial. Los buques metaneros, diseñados específicamente para trasladar este combustible criogénico a temperaturas cercanas a los –162 °C, han evolucionado de manera notable durante las últimas décadas, adoptando tecnologías avanzadas en eficiencia, seguridad y sostenibilidad. En este artículo exploraremos los principales tipos de buques de transporte de LNG (Gas Natural Licuado), sus características técnicas, su rol estratégico en la transición energética y las innovaciones que marcan el futuro del sector.
Fecha:Thursday 23 Oct de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
El Gas Natural Licuado se ha convertido en un recurso clave para garantizar la seguridad energética y reducir la huella de carbono en la matriz global. Sin embargo, transportar GNL desde las plantas de licuefacción —ubicadas principalmente en Qatar, Estados Unidos, Australia o Rusia— hasta los terminales de regasificación en Asia, Europa o América Latina requiere de embarcaciones especializadas: los buques metaneros o LNG carriers.
Estas naves son verdaderos gigantes tecnológicos que combinan ingeniería naval, criogenia y automatización. Actualmente, más del 40 % del comercio internacional de gas natural se realiza en forma licuada, y la flota de buques metaneros supera las 700 unidades activas en todo el mundo.
El diseño de los buques metaneros ha evolucionado para optimizar la capacidad de carga, la eficiencia energética y la seguridad. Los tipos más representativos son los siguientes:
Desarrollados por la empresa noruega Moss Maritime, estos buques se caracterizan por sus distintivos tanques esféricos de aluminio, visibles sobre la cubierta.
Este diseño sigue siendo ampliamente utilizado, especialmente en rutas de larga distancia y en condiciones climáticas exigentes.
El diseño más común actualmente. Utiliza tanques rectangulares integrados en el casco, recubiertos por una membrana de acero inoxidable o níquel, y aislados con materiales criogénicos. Existen dos variantes principales:
Estos buques dominan las nuevas construcciones por su eficiencia y compatibilidad con los nuevos motores dual-fuel.
Qatar, uno de los mayores exportadores de GNL del mundo, desarrolló dos categorías exclusivas de buques para maximizar el transporte:
Ambos utilizan sistemas de propulsión más eficientes y de relicuefacción del gas evaporado (BOG), lo que reduce pérdidas y emisiones. Estos colosos han redefinido las economías de escala del transporte de GNL.
Aunque no son buques de transporte tradicionales, las FSRU desempeñan un rol crucial. Son unidades flotantes que almacenan GNL y lo regasifican directamente a bordo para enviarlo a tierra.
Este modelo híbrido ha permitido democratizar el acceso al gas natural en mercados emergentes.

El auge de la transición energética impulsa a los armadores y astilleros a desarrollar tecnologías más limpias y eficientes:
El sector enfrenta retos técnicos, económicos y ambientales. La volatilidad del precio del gas, las regulaciones de emisiones del IMO (Organización Marítima Internacional) y la competencia de nuevas fuentes energéticas exigen innovación continua. Además, la seguridad en operaciones criogénicas, la reducción del “methane slip” y la optimización del consumo son prioridades de ingeniería.
El futuro apunta hacia buques más inteligentes, automatizados y sostenibles, capaces de integrarse en una cadena logística cada vez más digitalizada y orientada a la descarbonización.

Los tipos de buques de transporte de LNG representan una fusión de ingeniería avanzada, eficiencia logística y compromiso ambiental. Desde los robustos diseños Moss hasta los colosales Q-Max y las innovadoras FSRU, cada modelo refleja la evolución de una industria que se adapta a los desafíos del siglo XXI. En un contexto global donde el gas natural se consolida como el “combustible de transición”, los metaneros son auténticos protagonistas de la energía marítima moderna.