Un informe publicado por OilPrice.com ha encendido las alarmas en el ámbito energético internacional al advertir que el plan de reactivación petrolera del presidente Daniel Noboa, valorado en 47.000 millones de dólares, podría estar encaminando al país hacia una crisis fiscal y energética sin precedentes. La iniciativa, que busca revitalizar la producción de hidrocarburos y atraer inversión extranjera, enfrenta obstáculos estructurales, financieros y operativos que ponen en duda su viabilidad.
Fecha:Tuesday 28 Oct de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
Producción en mínimos históricos
Según datos oficiales, la producción petrolera ecuatoriana ha caído al nivel más bajo en dos décadas, con un promedio diario que no supera los 466.000 barriles. Esta cifra representa una disminución sostenida desde 2014, cuando el país alcanzaba más de 550.000 barriles diarios. La caída se atribuye a:
Falta de inversión en mantenimiento y exploración.
Problemas operativos en campos gestionados por Petroecuador.
Salida de empresas privadas ante incertidumbre regulatoria.
Esta reducción no solo afecta la capacidad exportadora del país, sino que también compromete el abastecimiento interno y la generación de ingresos fiscales.
Finanzas públicas en deterioro
El informe señala que el plan petrolero se presenta en un contexto de deterioro acelerado de las finanzas públicas. La deuda externa ha alcanzado niveles críticos, y el déficit fiscal se ha ampliado por la caída de ingresos petroleros. Expertos internacionales advierten que, sin una reforma estructural y una estrategia clara de ejecución, el país podría enfrentar un colapso financiero.
Además, el precio del crudo ecuatoriano se ha mantenido por debajo del valor presupuestado, lo que agrava la brecha fiscal. En octubre, el barril se cotizaba en 56,7 dólares, mientras el presupuesto nacional lo estimaba en 62,2 dólares.
Reacciones internacionales y preocupaciones estructurales
El informe de OilPrice.com ha sido respaldado por analistas energéticos de América Latina y Europa, quienes señalan que:
El plan carece de mecanismos claros de financiamiento.
No se han definido garantías para inversionistas extranjeros.
La infraestructura petrolera está obsoleta y requiere modernización urgente.
Además, se cuestiona la sostenibilidad ambiental del proyecto, especialmente en zonas sensibles como la Amazonía, donde se prevé ampliar la frontera de exploración.
Respuesta del gobierno
El presidente Daniel Noboa ha defendido el plan como una “estrategia de recuperación nacional” y ha convocado a mesas técnicas con actores del sector privado, organismos multilaterales y gobiernos aliados. Sin embargo, aún no se han presentado detalles concretos sobre el cronograma de ejecución ni sobre los mecanismos de control fiscal.
Proyección y riesgos
Si bien el plan busca posicionar a Ecuador como un actor competitivo en el mercado energético regional, los riesgos son elevados. La falta de consenso político, la presión social por temas ambientales y la fragilidad económica podrían convertir esta apuesta en una fuente de inestabilidad.
Con este panorama, Ecuador se encuentra en una encrucijada: revitalizar su sector petrolero sin comprometer su sostenibilidad fiscal, ambiental y social.