El Gobierno de Perú anunció la extensión del contrato operativo del Bloque Z-69, ubicado frente a la costa de Talara en la región Piura, permitiendo que Petroperú continúe administrando este activo hasta mayo de 2026, o hasta que se adjudique formalmente a un nuevo operador mediante un proceso competitivo. Esta medida, respaldada por el Ministerio de Energía y Minas, asegura que el bloque no quede inactivo mientras se completa la transición y se define el futuro de su explotación.
Fecha:Tuesday 18 Nov de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
El Bloque Z-69 es considerado un activo estratégico por su capacidad productiva y por su contribución al canon petrolero regional. La continuidad operativa evita interrupciones que afectarían no solo la producción nacional, sino también la economía de Piura, una región históricamente dependiente de las actividades offshore.
El acuerdo establece que Petroperú deberá mantener niveles mínimos de producción validados por el regulador, así como aplicar ajustes a la estructura de regalías de acuerdo con los lineamientos establecidos para contratos temporales. Esto permite que el Estado asegure ingresos previsibles mientras avanza el proceso de licitación para un operador definitivo.
Contexto regulatorio y económico
La prolongación del contrato se interpreta como un paso necesario dentro de la agenda del Gobierno para reordenar la gestión de los lotes petroleros, especialmente aquellos cuyos contratos han vencido o están en revisión. Expertos señalan que esta decisión refleja una estrategia de transición controlada, evitando la paralización de operaciones mientras se definen nuevas modalidades contractuales, se evalúa el interés del mercado y se analiza la capacidad técnica de futuros operadores.
Además, la continuidad de Petroperú en este bloque se da en un momento en que la empresa estatal enfrenta desafíos financieros y reputacionales. Sin embargo, mantener la operación de un activo de mediana producción podría ayudar a sostener su presencia en el sector upstream mientras se reestructura internamente.
Piura depende de forma significativa de los ingresos derivados de la explotación petrolera, tanto en canon como en la generación de empleo directo e indirecto. El anuncio ha sido recibido con alivio por autoridades locales, quienes temían una posible paralización que afectara la cadena logística, los proveedores regionales y los ingresos fiscales.
La extensión hasta mayo de 2026 permite:
Garantizar continuidad en la producción y en los ingresos por regalías.
Mantener la actividad económica en sectores asociados: transporte, mantenimiento, servicios marítimos y logística.
Evitar la pérdida de capacidades técnicas locales mientras se prepara la llegada de un nuevo operador.
La decisión de extender la operación del Bloque Z-69 abre varias discusiones relevantes para la política energética peruana:
¿Debe el Estado seguir otorgando a Petroperú operaciones temporales mientras se licitan los bloques?
¿Qué tan preparados están los operadores privados para asumir estos activos?
¿Cómo afecta esto la competitividad del país frente a otras jurisdicciones petroleras de la región?
También se interpreta como un indicativo de que el Gobierno busca un equilibrio entre atraer inversión privada y mantener un rol activo para Petroperú en la explotación de hidrocarburos.
Este caso ofrece múltiples ángulos de análisis para programas educativos del sector energético, especialmente en temas como:
Gestión de campos maduros y estrategias de maximización de producción.
Modelos de contratos temporales, regalías y fiscalización.
Operaciones offshore y sus desafíos técnicos.
Transiciones entre operadores y administración de activos en proceso de licitación.
Instituciones de formación, como SBU/ESGEP/ISÍEN, pueden utilizar este suceso como un estudio práctico de las dinámicas contractuales y regulatorias en el Perú.
La extensión del contrato del Bloque Z-69 garantiza la continuidad de un activo crucial para el norte del Perú y demuestra la importancia de una transición ordenada en la gestión de lotes petroleros. Con Petroperú al mando de manera temporal, el país asegura producción, ingresos fiscales y estabilidad regional mientras se define el futuro de este bloque.