El Ministerio de Energía y Minas informó que la producción petrolera nacional alcanzó los 42.420 barriles diarios, una cifra que representa una leve recuperación respecto a meses anteriores. Los lotes X, 95 y Z-69 fueron los principales contribuyentes a este volumen, reafirmando su papel estratégico en el abastecimiento energético del país. Sin embargo, el repunte aún está lejos de cubrir la demanda interna, lo que mantiene a Perú en una posición de dependencia frente a las importaciones de crudo y derivados.
Fecha:Tuesday 11 Nov de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
Lotes clave sostienen el repunte
El lote X, ubicado en la región de Piura, continúa siendo el más productivo del país, seguido por el lote 95 en Loreto y el lote Z-69 en la costa norte. Estos campos petroleros han mantenido operaciones estables, pese a los desafíos logísticos y ambientales que enfrenta el sector. Según Perupetro, la eficiencia operativa y la continuidad de contratos vigentes han permitido sostener la producción en estos lotes, aunque no se han reportado nuevos descubrimientos ni expansiones significativas.
Demanda interna supera ampliamente la producción nacional
A pesar del repunte, la producción nacional sigue siendo insuficiente para cubrir el consumo interno, que supera los 200.000 barriles diarios. Esto obliga al país a importar petróleo y combustibles refinados, especialmente desde Estados Unidos y países del Medio Oriente. La brecha entre producción y demanda genera presiones fiscales, afecta la balanza comercial y expone al país a la volatilidad de los precios internacionales.
Dependencia estructural y desafíos para la seguridad energética
Expertos del sector advierten que la dependencia de importaciones representa un riesgo para la seguridad energética del país, especialmente en contextos de crisis geopolítica o alza de precios. Además, la falta de inversión en exploración y recuperación mejorada limita el potencial de crecimiento de la producción nacional. La situación se agrava por la ausencia de nuevos contratos de exploración y la incertidumbre regulatoria que afecta el interés de empresas extranjeras.
Transición energética y presión ambiental
En paralelo, el gobierno peruano ha reafirmado su compromiso con la transición energética, impulsando proyectos de energías renovables y eficiencia energética. Sin embargo, el sector petrolero sigue siendo clave para el financiamiento de programas sociales y el desarrollo regional, especialmente en zonas productoras. La presión ambiental y social también ha aumentado, con comunidades que exigen mayor remediación de pasivos y participación en decisiones estratégicas.
Conclusión
El repunte en la producción petrolera nacional es una señal positiva, pero insuficiente para revertir la dependencia estructural de Perú frente a las importaciones. El país enfrenta el reto de equilibrar su transición energética con la necesidad de fortalecer su capacidad productiva, garantizar la seguridad energética y atender las demandas sociales y ambientales.