Puno descubre el yacimiento de Candamo, con reservas estimadas de 3 trillones de pies cúbicos de gas, a sólo 41 km de la Transoceánica. El Minem y ProInversión trabajan en una iniciativa multimillonaria que contempla instalación de planta satélite, redes de distribución y 1 000 conexiones domiciliarias en el primer año. El programa Bonogás financiará el acceso al gas para las familias más vulnerables. Este proyecto busca replicar el éxito de Camisea, generando ahorro, salud, empleo y crecimiento sostenible en el sur peruano.
Fecha:Thursday 26 Jun de 2025
Gestor:ESCUELA ESGEP
En un encuentro el 24 de junio en Lima, el ministro Jorge Montero y el gobernador regional de Puno, Richard Hancco, revisaron avances en los proyectos que buscan llevar gas natural domiciliario a zonas vulnerables y alejadas. El Minem, con el respaldo técnico de ProInversión, promueve la masificación del gas en las regiones de Puno, Cusco, Arequipa, Madre de Dios, Apurímac, Moquegua y Tacna, como parte de una estrategia nacional para ampliar la cobertura energética y disminuir el uso de combustibles fósiles contaminantes.
La masificación no solo implica llevar tuberías hasta los hogares, también contempla la instalación de plantas satélite de regasificación de gas natural licuado (GNL), conexiones domiciliarias y redes de distribución, fomentando la participación privada en tanto catalizadora de inversión y eficiencia operativa.
La pieza clave de este impulso es el sitio denominado Candamo, en Puno, el cual alberga una reserva de gas de 3 trillones de pies cúbicos, ubicada a 41 km de la carretera Transoceánica. Con este hallazgo, Puno se suma a otras zonas potenciales para la extracción de gas en el país, como Camisea, en Cusco, que ya se ha consolidado como la principal fuente de gas natural nacional.
Según Montero, las reservas existentes no solo cubren la demanda local, sino que ofrecen margen para futuras expansiones y exportaciones. Además, destacó que la adopción de tecnología moderna, junto a regulaciones estrictas de cuidado ambiental y respeto a las comunidades, permitirá una explotación responsable que impulse el desarrollo social y productivo.
La viceministra de Hidrocarburos, Iris Cárdenas, dio detalles del proceso técnico operativo: en los próximos días, equipos del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) se trasladarán al centro poblado Jayllihuaya, en Puno, para analizar la viabilidad del terreno destinado a la construcción de una planta satélite de regasificación de GNL, la instalación de 5 km de redes y la ejecución de aproximadamente 1 000 conexiones en el primer año.
Este plan forma parte de una licitación en curso en la región que contempla:
Instalación de una planta satélite de GNL;
Tendido de redes de distribución;
Conexión domiciliaria (unos 1 000 hogares inicialmente);
Posible extensión a zonas rurales de las provincias circundantes.
Con ello, se busca atender tanto a zonas urbanas como a comunidades rurales afectadas por altos costos de combustibles y limitado acceso a energía limpia.
Richard Hancco recalcó la importancia del respaldo estatal y social para garantizar la adopción del gas natural. A través de Bonogás, programa dirigido al sector más vulnerable, se financia el costo de conexión, eliminando barreras económicas para las familias.
Este programa, en correlación con la masificación, puede estimular la adopción rápida del gas, generando beneficios en ahorro doméstico, salud ambiental (menos contaminación de leña o petróleo) y oportunidades para pequeñas industrias locales.
La incorporación del gas natural en hogares y empresas reduce los costos energéticos, comparado con otros combustibles tradicionalmente más caros o importados. En ciudades con uso de gas domiciliario, se observa una reducción significativa en la factura energética, lo cual reditúa ahorro económico y puede invertirse en otros rubros como salud o educación.
El uso de gas reduce drásticamente las emisiones de material particulado y compuestos tóxicos en zonas urbanas, beneficiando la salud respiratoria de los habitantes. En zonas rurales, donde la leña es común para cocinar y calefaccionar, el gas representa una fuente más limpia y menos invasiva para el medio ambiente.
La construcción de infraestructuras, redes y conexiones implica mano de obra local. Los proyectos generarán empleos temporales durante la fase de construcción y operativos continuos para mantenimiento, distribución y comercialización. Asimismo, incentivan el desarrollo de pequeña industria y comercio que utilicen gas como insumo.
El éxito del proyecto radica en la articulación entre diversas instituciones:
Minem y ProInversión: definiciones técnicas, licitaciones, estándares operativos.
Gobierno regional de Puno: gestión de permisos, coordinación local, seguimiento a comunidades.
FISE: evaluación de terreno, viabilidad técnica, supervisión de instalaciones.
Empresas privadas: inversiones, ejecución de obra civil y operativa, servicio al usuario.
Comunidades locales: aceptación social, cuidado ambiental, plan de convivencias y permisos.
Los principales desafíos incluyen:
Garantizar consulta previa y protección de derechos de comunidades originarias.
Minimizar impactos ecológicos en zonas frágiles.
Velar por la transparencia y eficiencia en el uso de fondos públicos.
Supervisar la calidad de construcción de redes y conexiones.
Instalación de planta satélite y redes iniciales.
Conexión de 1 000 viviendas aprobadas.
Activación de Bonogás en población objetivo.
Monitoreo técnico y ambiental, ajustes operacionales.
Escalamiento de conexiones domiciliarias.
Extensión de redes hacia provincias vecinas.
Exploración de pozos adicionales en yacimiento Candamo.
Posible habilitación de programas industriales y vehiculares con uso de gas.
Integración de Puno al sistema nacional de distribución de gas.
Incremento significativo de reservas nacionales.
Generación de inversión privada en plantas de generación eléctrica con gas.
Crecimiento económico regional sostenido por energía competitiva.
El proyecto Camisea (Cusco) inició en 2004 y se convirtió en el pilar de la matriz energética peruana, generando infraestructura de transporte de gas, regasificación y distribución en Lima, Cusco y Callao. El éxito del mismo radicó en alianzas público–privadas, normativa clara, licitaciones eficientes y aceptación social.
Puno busca replicar ese modelo, adaptándolo a su realidad geográfica, cultural y social. El reto actual es asegurar que Candamo logre pasar de promesa técnica a realidad sostenible, asegurando beneficios tangibles a la población local.
El proyecto de explotación y masificación de gas natural en Puno, potenciado por la reserva de Candamo y la estrategia del Minem con ProInversión, representa una apuesta por el desarrollo energético, social y ambiental del sur peruano. Si bien los retos son complejos —consulta comunitaria, infraestructura, financiamiento, supervisión— la sinergia institucional y la voluntad política ofrecen un contexto favorable.
Los primeros pasos —instalación de planta satélite y conexiones domiciliarias— reflejan un avance concreto hacia un futuro con energía más limpia, asequible y sostenible para miles de familias. El éxito de Puno podría sentar las bases para una transformación energética más amplia, potenciando la equidad y competitividad regional del Perú.