Ecuador anunció la venta internacional de 12,9 millones de barriles de crudo Oriente y Napo mediante operaciones spot, que generarían más de USD 700 millones para fortalecer la caja fiscal sin afectar el abastecimiento interno. Los cargamentos, que partirán desde Balao y Esmeraldas en buques tanque, se apoyan en la logística de los oleoductos SOTE y OCP y contemplan estrictos controles de calidad y seguridad. Este esquema de ventas permite captar mejores precios en el corto plazo y diversificar mercados, con demanda en Asia y la costa del Pacífico. Los ingresos reforzarán la recaudación petrolera, la infraestructura energética y programas sociales. Sin embargo, la volatilidad del Brent y del WTI, junto con factores climáticos o logísticos, representan riesgos latentes. Con esta operación, Ecuador busca consolidarse como proveedor estratégico en la región y enviar una señal de confianza a los inversionistas internacionales.
Ecuador colocará en el mercado internacional 12,9 millones de barriles de crudo —principalmente de sus calidades Oriente y Napo— a través de un paquete de ventas spot que, de acuerdo con las proyecciones oficiales, superará los USD 700 millones en ingresos brutos para el Estado. La operación, que se suma a los embarques de contratos de largo plazo, busca aprovechar la ventana de precios y fortalecer la caja fiscal en el segundo semestre del año, sin afectar el abastecimiento del mercado interno.
El portafolio incluye cargamentos de crudo Oriente (≈23–25° API) y Napo (≈17–19° API), históricamente demandados en la costa oeste de Estados Unidos, Asia y América Latina para mezclas y fabricación de combustibles medios.
Las ventas se adjudicaron bajo el esquema spot, en el que las empresas presentan diferenciales sobre marcadores internacionales (Brent o WTI) y condiciones logísticas FOB en los terminales ecuatorianos (Balao y Esmeraldas). Este mecanismo permite capturar el mejor precio disponible en el corto plazo y diversificar compradores.
Los 12,9 millones de barriles se despacharán en lotes escalonados a lo largo de varias semanas, en buques tanque con capacidad entre 700 mil y 2 millones de barriles, según programación portuaria.
La evacuación de crudo desde los campos amazónicos se realizará por los oleoductos SOTE y OCP, con coordinaciones de integridad de activos, ventanas de bombeo y compatibilidad de mezclas, a fin de minimizar tiempos de espera y costos de demoras (demurrage).
El monto > USD 700 millones corresponde a una estimación conservadora que contempla los diferenciales adjudicados y un rango de precios de referencia para el periodo de embarque. El impacto se reflejará en:
El paquete de ventas exige una operación fina entre producción, transporte y terminales:
La estatal monitorea variables que pueden mover los ingresos finales:
Para mitigar estos riesgos, se aplican diferenciales competitivos, ventanas de nominación flexibles, seguros y cláusulas contractuales de desempeño logístico.
La demanda de crudos medianos y pesados mantiene espacios de refinación en la costa del Pacífico y Asia, especialmente cuando las refinerías buscan rendimientos de diésel y optimización de mezclas. Ecuador, con acceso al Pacífico y dos oleoductos, capitaliza esa geografía, compitiendo con productores de la región.
Tras la adjudicación, se ejecutan nominaciones de buques, cartas de crédito y programaciones de bombeo. Durante los embarques, se publicarán los volúmenes efectivamente cargados y se consolidarán los ingresos. Concluida la operación, se evaluará el desempeño de precios y logística para repetir el esquema si las condiciones de mercado siguen favorables.