Fecha:Tuesday 11 Jun de 2024
Gestor:ESCUELA ESGEP
A mediados del mes de mayo, Moscú informó el descubrimiento de una gran reserva de petróleo en la Antártida. DEF analizó los alcances de estos anuncios con el doctor Claudio Parica, presidente del Consejo Superior Profesional de Geología.
El hallazgo de una enorme reserva de petróleo en la Antártida causó revuelo en los medios internacionales. La alarma se encendió especialmente en la Argentina porque el descubrimiento se produjo dentro de la zona reclamada por nuestro país, que se superpone con el sector pretendido por Chile y el Reino Unido.
Según la información difundida por el periódico británico The Telegraph, se trata de reservas de aproximadamente 511.000 millones de barriles, cifra treinta veces mayor a Vaca Muerta, el yacimiento petrolífero ubicado en la cuenca neuquina.
Lo preocupante de esta revelación, según algunos especialistas, es que pone en duda el cumplimiento del Tratado Antártico vigente desde 1961, acuerdo que garantiza la paz, promueve la cooperación y la investigación científica e impulsa la protección del ambiente.
En cuanto a la explotación de los recursos minerales y petrolíferos antárticos, es una actividad que está expresamente prohibida desde que, en 1998, entró en vigor el Protocolo de Madrid. Este instrumento complementario designa la Antártida como “reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia” y fue creado para garantizar que el sexto continente continúe utilizándose para fines científicos.
Este evento intensifica las tensiones geopolíticas, especialmente en el contexto de la invasión rusa a Ucrania, y plantea serias preocupaciones ambientales debido a la fragilidad del ecosistema antártico.
“La noticia original es una publicación muy breve en X que fue tomada posteriormente por la prensa. Casi no hay información real, ya que no especifica la ubicación de la supuesta reserva ni la tecnología utilizada para la exploración”, explica el presidente de la Asociación Geológica Argentina.
Y, pese a la falta de datos concretos sobre el valor de la reserva, considera que probablemente sea el resultado de un cálculo, realizado teniendo en cuenta la geometría de la cuenca, el espesor de los sedimentos y el potencial hidrocarburífero. “El valor es ambiguo y sin asidero. Pareciera un tema inflado”, afirma.